Autocuidado para mujeres ocupadas, los mejores consejos

Cuidar de nosotras mismas no es un capricho, sino una necesidad para mantener nuestra salud física y nuestra salud mental.

El estilo de vida actual parece que nos empuja a estar siempre ocupadas, dejando el propio autocuidado al final de la lista, así que no te pierdas estos consejos de autocuidado para mujeres ocupadas que podemos integrar fácilmente en nuestra rutina. 

¿Por qué muchas mujeres dejamos el autocuidado para después?

Las mujeres tendemos a priorizar en muchas ocasiones a todos antes que a nosotras mismas, olvidando que nuestras necesidades juegan un papel crucial en nuestra calidad de vida. 

Desde que soy mamá, entiendo más que nunca la sensación de que no hay suficientes horas en el día, pero hay ciertos hábitos saludables o de cuidado personal que no requieren mucho tiempo ni esfuerzo.

Se trata de pequeños gestos que podemos integrar en nuestra vida diaria y nos serán de gran ayuda. 

Cuando nos cuidamos, no solo mejora nuestra apariencia física, sino que nuestro estado de ánimo también lo hará y eso se traduce en la forma en que nos relacionamos con los demás. 

El autocuidado es un factor importante, al que en muchas ocasiones le restamos importancia, que repercute en muchos aspectos de nuestra vida. 

¿Te sientes culpable por cuidarte?

¿Alguna vez te has sentido culpable por dedicar tiempo a ti misma? ¿Te has sorprendido alguna vez disculpándote por ir a la peluquería? ¿O justificando ante tu familia por qué necesitas una hora para hacer ejercicio?

A veces, sentimos que cada minuto dedicado a nosotras mismas se lo estamos quitando a otras responsabilidades, y por este motivo lo vamos posponiendo, sin pensar en las consecuencias. 

Romper con este ciclo de culpabilidad requiere práctica y recordarnos constantemente que cuidarnos no es opcional.

Nuestro cuerpo y nuestra mente, necesitan que pongamos límites, que saquemos un ratito cada día para hacer eso que tanto nos beneficia…

Dejemos de pensar que dedicarnos tiempo es algo superficial, y empieza a cuidarte más ¡por ti y por todos los que te rodean!

Mitos sobre el autocuidado

“Necesito mucho tiempo”: hay prácticas de autocuidado muy efectivas que podemos integrar en nuestra rutina a lo largo del día.

No necesitas un día entero en el spa para practicar el autocuidado. A veces, cinco minutos de respiración consciente, una taza de café o té en silencio, o simplemente aprender a decir “no” cuando tu energía está por los suelos, puede marcar la diferencia.

“Es egoista dedicarme tiempo”: cuidarte no es egoísmo sino un acto de amor propio. Además de hacerlo por ti misma, tu bienestar emocional también impacta en todos aquellos que te rodean. Si no te cuidas tú, no podrás hacerlo con los demás.

“El autocuidado es caro”: hay muchas cosas que mejoran tus relaciones personales o tu vida diaria que son totalmente gratuitas, como la postura, hacer ejercicios de respiración profunda, establecer límites saludables…

Seguro que si ves que tu móvil o tu ordenador portátil se están quedando sin batería, vas directo a buscar un cargador para que no se apaguen.

Pues con nuestro cuerpo debemos hacer lo mismo, no debemos ignorar nuestras necesidades, ya que a medio o largo plazo pueden derivar en problemas de salud.  

Si queremos cuidar nuestra propia salud, el primer paso es escuchar nuestro cuerpo y no dejar de lado nuestro propio cuidado. 

Rutinas de autocuidado exprés para mujeres ocupadas ¡5 minutos para ti!

• Estiramientos matutinos: dedica 5 minutos al despertar para estirar brazos, cuello y espalda después de toda la noche sin moverte. Activa tu cuerpo rápidamente sin necesidad de ningún equipamiento.

• Piensa en el presente: mientras caminas, cocinas o te tomas un café… Sal del modo “piloto automático” y céntrate en el presente, disfruta de lo que estás haciendo y centra tu atención en ello. 

• Cuidado de la piel minimalista: hay 3 pasos fundamentales para una piel bonita que son limpieza, hidratación y protección solar. La constancia supera la complejidad de rutinas con muchos productos.

• Desconexión digital: establece un periodo 30 minutos sin dispositivos móviles antes de dormir, especialmente sin redes sociales. Ayudará a mejorar tu bienestar emocional y mejorar la calidad de tus horas de sueño.

• Establece límites: practica decir “NO” a compromisos que te restan energía. Este hábito te ayudará a reconocer qué actividades o personas realmente te aportan valor y cuáles te restan energía, permitiéndote reservar tu tiempo y energía para lo que realmente importa.

• Ritual de aromaterapia: enciende una vela o pon aceite esencial en un difusor, te ayudará a conectar contigo misma y crea un ambiente relajante. 

• Cuidado de manos y labios: pon en tu mesita de noche una crema de manos y un bálsamo labial. Aplícalo antes de dormir, es un momento y lucirás unas manos y labios radiantes.

• Cepillado en seco: antes de ducharte usa un cepillo de cerdas naturales y dedica unos minutos a cepillar la piel del cuerpo. Te ayudará a activar la circulación, mejorar la celulitis, eliminar células muertas… Hazlo siempre en dirección al corazón para optimizar los beneficios. Puedes leer todos los beneficios del cepillado en seco. 

• Gratitud diaria: busca un momento del día para pensar o escribir tres cosas por las que te sientes agradecida. Pueden ser que te hayan pasado ese día o simplemente que las tengas tu vida. Te ayudará a transformar tu perspectiva poco a poco. 

• Planea tus outfits: dedica 5 minutos a elegir tu conjunto completo por la noche, incluyendo accesorios, de esta forma ahorrarás tiempo por las mañanas sin descuidarte. Una foto rápida en tu móvil te servirá de referencia para futuras combinaciones. Mira los mejores trucos para lucir arreglada siempre, que te ayudarán a verte bien con pequeños gestos. 

Aprovecha momentos cotidianos para cuidarte

Seguro que tu rutina diaria está llena de momentos que puedes aprovechar para cuidarte y recargar pilas. 

• Durante la ducha: aprovecha esos minutos para practicar respiración consciente, exfoliarte o simplemente usar un gel con algún aroma que te encante. Mira estos exfoliantes caseros que puedes hacer para lucir una piel suave e hidratada. 

Es importante tener una rutina de cuidado corporal con pocos pasos y efectiva, no te pierdas cómo tener una piel suave y bonita rápidamente.

• Caminar: bájate una parada antes de metro o autobús si viajas en transporte público y aprovecha para caminar 10 minutos al aire libre. Si además puedes añadir alguna rutina de ejercicio regular aunque sean pocos minutos te sentirás mucho mejor.

1. Mientras bañas a los niños o preparas cenas: aprovecha para aplicarte una mascarilla facial o incluso una mascarilla hidratante en los pies, son tipo calcetín y la puedes llevar con unas zapatillas de casa encima para no resbalarte. 

1. En los trayectos: en lugar de estar mirando redes sociales sin ningún fin, si vas en transporte público, aprovecha para leer un libro o escuchar tu música favorita. 
2. Mientras desayunas o te tomas un café: enciende alguna vela y mientras puedes leer un rato o escuchar algún podcast, aunque sean 10-15 minutos te sentirás mejor cada día. Poco a poco se puede jajaja, en esos minutos por la mañana llevo 2 libros en 2 meses 🙂

Sé constante con estos rituales y seguro que te sientes mejor día tras día.

Tener una rutina de autocuidado no es una meta inalcanzable, es un camino que vamos recorriendo día a día con pequeños pasos.

No necesitas incorporar todos los consejos de golpe en tu rutina, sino elegir aquellos hábitos que más se adapten a ti y se conviertan en parte de tu rutina. 

Muchas veces nuestra salud física y nuestra salud emocional se ven resentidas al priorizar todo menos cuidarnos, es una gran responsabilidad no olvidarnos de nosotras mismas. 

Recuerda que cuidarte por dentro también es muy importante. En ocasiones, por falta de tiempo, recurrimos a alimentos que no nos aportan tantos nutrientes como nuestro cuerpo necesita.

Una alimentación balanceada con verduras frescas, alimentos ricos en proteínas y grasas saludables nos ayudará a nuestro bienestar físico y eso lo notaremos por dentro y por fuera. 

¿Qué pequeño acto de autocuidado vas a incorporar hoy?

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